Hace ya mucho tiempo que disfrutamos de la presencia del Volkswagen Golf en el mercado, así que es el momento de pegar un vistazo a su origen y a repasar cómo surgió este modelo. Antes de que se lanzara al mercado, el Golf pasó por varios procesos que fueron acercando al coche a su versión definitiva, la que se lanzó en el año 1974.

La idea de Volkswagen fue crear un sustituto a otro gran clásico de la compañía. El Volkswagen Beetle ya era un coche compacto muy conocido y había sido toda una revelación para los compradores alemanes. Un coche económico, pensado para ser conducido por todos, a un precio económico y muy práctico. Pero las ventas habían comenzado a bajar a finales de la década de 1960 y se necesitaba un recambio en el mercado.

Así que Volkswagen comenzó a trabajar en el que sería su sustituto. El primer prototipo se propuso en el año 1969, aunque no acabó de convencer a los directivos de la marca. Se abandonaron las líneas redondeadas y se optó por un diseño más recto, cosa que favorecía al espacio interior.

También se cambió el motor, que abandonaba la refrigeración por aire e iba a ser refrigerado por agua. Pero, como hemos comentado, no acabó convenciendo a los responsables de Volkswagen. Unos meses después llegó un nuevo prototipo, denominado EA 276.

Este ya tenía algún detalle que se proyectaría en el modelo definitivo. El maletero generoso, el uso de un eje de torsión y la colocación del depósito de combustible bajo el asiento representaron una buena idea que hacía que este prototipo fuera más viable.

Pero tampoco resultó del agrado de la marca, ya que utilizaba el mismo motor boxer que el Beetle, alqo que quería evitar Volkswagen. Así que llegó un tercer prototipo. El diseño se encargó al mismo diseñador que realizó el Passat, así que esta vez se acertó de pleno. El EA 337 se convertía así en la base sobre la que se asentaría el nuevo Volkswagen Golf.

En cuanto al nombre, se barajaron varios diferentes para el modelo. Uno de los elegidos era Blizzard, pero finalmente se decidieron por Golf. No es, como muchos piensan, el nombre del deporte, sino que se trata de uno de los vientos que soplan en Alemania. Una tradición que se ve representada también por el Scirocco, otro modelo de Volkswagen.

Cuentan algunas crónicas que también influyó el nombre de un caballo, Golf, y que representaba una imagen de elegancia, funcionalidad y deportividad, aunque esto no está muy claro.

En cuanto a unidades producidas, el 25 de junio de 2002 salió de la línea de montaje la unidad número 21.517.415, por lo que llegó a ser el modelo con mayor producción de la marca, después del Beetle. Hoy podemos seguir contando con el Volkswagen Golf, en sus distintas versiones para disfrutar de un coche compacto, asquible, pero también con variantes más atrevidas y potentes.