La manera en que se afronta la adquisición de un nuevo coche ha ido cambiando a la vez que la misma sociedad ha modificado sus hábitos de consumo según los ritmos marcados por los productos financieros.
Pasar de ahorrar para comprar a comprar sin contar con un fondo de base es una posibilidad antagónica que pone de manifiesto que el dinero, con o sin metal o papel de por medio. no es real sino un trámite vinculante.
Por eso, además de poder disponer del montante total en efectivo, las entidades financieras, en sus diferentes versiones, ofrecen alternativas más lucrativas para ellas al pago al contado como son los préstamos tradicionales, el renting o el leasing.
Mientras que la primera es propia de bancos, las segundas están vinculadas a empresas que no lo son pero que ofrecen costear el gasto por comprar un nuevo coche de manera financiada.
Respecto de estas dos fórmulas más recientes, el renting y el leasing, han sido también asumidas por las propias marcas. Los fabricantes, a través de sus departamentos o entidades creadas dentro del consorcio del constructor, ofrecen la financiación del vehículo sin recurrir a otras empresas dedicadas al lucrativo negocio del préstamo de capital.
Sea como fuere, las diferencias entre el renting y el leasing son importantes y por eso es necesario conocer qué es cada modalidad para saber qué interesa más según las características o necesidades del cliente.
¿Renting o leasing? ¿Cuál es mejor?
Cabe señalar ante todo que, a pesar de que lo parezca, la formalización de una operación de renting o leasing de coches se diferencia respecto de un préstamo bancario en, básicamente, la traducción de los propios conceptos.
Mientras que en la adquisición de un producto mediante un préstamo bancario, el propietario es el endeudado, en el renting, del inglés, alquiler, y en el leasing, arrendamiento, el bien queda a nombre de quien lo compra, aunque existe una reserva de dominio por parte de la sociedad acreedora que imposibilita la transmisión sin su cancelación.
Bien sea como renting, bien sea como leasing, se procede pues a la cesión de un coche, en el caso del renting o leasing de automóviles, mediante la opción de alquiler.
Respecto de esto, mientras que en el renting la titularidad del vehículo queda a nombre de la misma empresa que proceda a la operación, en la del leasing sucede lo mismo pero el contratante queda registrado como usuario del bien.
Y utilizamos la palabra contratante ya que, estos 2 productos pueden ser solicitados a entidades financieras por particulares o autónomos, personas júrididas o empresas. Esta condición supone que, si se trata de un renting, su cuota es totalmente deducible mientras que, si es un leasing, sea deducible.
Ahora, además, las diferencias empiezan a ser más prácticas, aún, en cuanto a las características del renting o el leasing acordado.
En general, el renting de coches es una modalidad que coge inercia actualmente gracias a ofrece una serie de gastos y servicios que el leasing no incluye como son la del seguro anual, mantenimiento del vehículo por el periodo pactado, incluyendo un determinado cambio de neumáticos, asistencia en carretera, reparaciones, incluso, la realización de la inspección técnica de vehículos cuando corresponda, siempre con un límite de kilometraje preestablecido.
Una vez dé por finalizado el contrato, el usuario ha de devolver a la empresa de renting el automóvil y, en caso de haberlo acordado, se procederá al reemplazo del primero por uno de nuevo cuño aunque se suele fijar una opción de compra para que el usuario se pueda quedar con el coche al finalizar el contrato.
En caso de haber realizado una financiación en forma de leasing del vehículo, una vez acabe el acuerdo, el usuario decide si devolver el automóvil a la empresa arrendataria o comprárselo ya que, es lo que se denomina como valor residual y que suele ser correspondiente a una cuota adicional final.
Respecto del tiempo de duración de un renting o un leasing de vehículos, las entidades acuerdan con el cliente el periodo pero, mientras que para el primero suelen ser más prolongados, alrededor de los 48 meses, para el leasing existe una obligación de un periodo mínimo de 24.