Hyundai Tucson

La versión con menos potencia de la gama es el 1.6 CRDi de 116 CV —sin ningún tipo de electrificación, y por tanto, con etiqueta C—, un motor que podría resultar interesante por su bajo consumo —5,4 l/100 km— o porque, pese a su modesta potencia, es un propulsor más que solvente para viajar por carretera a ritmos tranquilos, aunque si contemplamos el kilometraje y tiempo que necesitaríamos para amortizar su ventaja en consumo y coste del combustible respecto al 1.6 T-GDi de 160 CV, pierde todo el interés, una versión más refinada, con mejor tacto de conducción y prestaciones superiores. Este 1.6 CRDi de 116 CV solo se vende en acabado Klass, y por tanto, también con ciertas limitaciones a la hora de añadir equipamiento opcional. Quien quiera una motorización diésel, es mucho más recomendable decantarse por el 1.6 CRDi de 136 CV, siempre con tecnología microhíbrida de 48V. Su consumo es más bajo, el extra de potencia y par garantizan más agilidad de respuesta y solvencia claramente superior para viajar cargado, además de gozar de mayores ventajas de uso al ser un vehículo con etiqueta ECO de la DGT. Esta versión se puede adquirir con cambio manual —5,1 l/100 km—, con la transmisión automática DCT de doble embrague y siete relaciones —5,2 l/100 km— o con tracción total, en cuyo caso, siempre iría ligada a la caja DCT —5,6 l/100 km—.

En gasolina, el 1.6 T-GDi de 160 CV ha reemplazado a los anteriores 1.6 T-GDi con 150 y 180 CV, aunque este motor también se desdobla en versiones: una sin ningún tipo de electrificación —etiqueta C—, disponible únicamente con caja de cambios manual —6,8 l/100 km— y nivel de acabado Klass; y tres con tecnología de 48V —y etiqueta ECO—. En este caso, la versión manual gasta tres décimas menos que la versión que no está electrificada, aunque su precio es alrededor de 1.500 euros mayor a igualdad de nivel de acabado. Con la caja de cambios DCT/7, el consumo es de 6,3 l/100 km y asciende a 6,8 l/100 km en el caso de la versión de tracción total y cambio automático.

Turno para el motor híbrido, ahora con 15 CV globales menos, 215 CV, aunque la unidad eléctrica que incorpora sí ha aumentado su potencia en 5 CV más. Según la marca, esta desviación de rendimiento se debe ahora a la forma en la que se homologa el rendimiento total de este tipo de propulsores, ya que se pondera de forma diferente la potencia que aporta la parte térmica —a cargo del motor 1.6 T-GDi de 160 CV— y la eléctrica —65 CV—. La batería sigue teniendo 1,49 kWh de capacidad. Pese a ello, sería prácticamente imposible advertir las diferencias reales entre una versión de 2024 y otra de la gama 2020. El 1.6 T-GDi HEV de 215 CV siempre utiliza una caja de cambios automática de convertidor de par con 6 relaciones; está disponible con tracción delantera —5,7 l/100 km— o total —6,6 l/100 km—.

Con el motor híbrido enchufable PHEV —siempre 4×4— ha ocurrido algo parecido al HEV: aunque tiene un motor eléctrico que aporta 7 CV más —98 en total—, su potencia global es ligeramente inferior: 252 CV en lugar de los 265 de la versión saliente. Hyundai ha conservado la batería de iones de litio con 13,8 kWh de capacidad y su autonomía eléctrica, de 63 km, resulta algo modesta en comparación con rivales que ya superan el centenar de kilómetros en modo eléctrico, como el VW Tiguan, por ejemplo.

La nueva pantalla panorámica está en realidad compuesta de dos individuales —unificadas por un cristal— que tienen un tamaño superior a la versión a la que sustituye: 12,3 pulgadas, en lugar de 10,25. La información no solo es más clara, sino que también es más fácil de utilizar, y ofrece más posibilidades para organizar la información, además de un funcionamiento más avanzado al estrenar un sistema operativo mucho más moderno. El sistema multimedia de todas las versiones siempre es compatible con Apple CarPlay y Android Auto de forma inalámbrica o conexión remota con el móvil a través de una aplicación, mediante la cual se pueden consultar ciertos parámetros del vehículo.

El nuevo puesto de conducción destaca además por un diseño completamente nuevo del salpicadero y volante, un nuevo módulo para el control de la climatización y una consola central diferente que ahora, además, se ha despejado al ubicar el mando del cambio de las versiones automáticas en la columna de la dirección. La marca no solo ha mantenido el tipo en cuanto a calidad de los materiales empleados, sino que también ha mejorado la calidad de acabados y ajustes, así como la cantidad de material destinado a absorber el ruido de rodadura.

El Hyundai Tucson sigue siendo uno de los SUV más habitables de su categoría. No tiene asientos posteriores que se puedan desplazar longitudinalmente, pero sí respaldos que se pueden inclinar, además de ofrecer detalles de equipamiento en las plazas posteriores que son inusuales en la mayoría de los coches de su categoría, como, por ejemplo, los asientos con función de calefacción, cortinas en las ventanas, climatizador que se regula de forma independiente o varios puertos USB. Una característica que le permite acomodar bastante bien a tres pasajeros atrás es que tiene un túnel de transmisión poco intrusivo y ofrece una generosa cota de anchura o espacio para las piernas. Es, también, uno de los SUV con mayor volumen de maletero de su categoría, con capacidades que oscilan desde los 546 litros de las versiones con tecnología de 48V hasta los 620 litros de los motores sin ningún tipo de electrificación.

La gama Tucson está disponible con cinco niveles de equipamiento que se denominan Klass, Maxx, N Line, Tecno Sky, N Line y N Line Style. En todos los casos, la dotación de serie es muy abundante, algo que le convierte en uno de los modelos de su categoría con mejor relación entre precio y producto. Por ejemplo, a partir de ahora, todas las versiones vienen de serie con sistema de apertura y arranque sin llave, luces delanteras con tecnología LED o navegador con pantalla de 12,3 pulgadas. El climatizador bizona, el sensor de lluvia, la plataforma de carga inalámbrica para el teléfono móvil, junto con los asientos delanteros y el volante calefactados, son elementos adicionales que distinguen al nivel de acabado Maxx. Tecno es la primera definición que dispone de cuadro de instrumentos digital con la nueva pantalla de 12,3 pulgadas, distinguiéndose también el exterior por montar llantas de 18 pulgadas. N Line añade una apariencia más deportiva gracias a las llantas de 18 pulgadas, cristales tintados o tapicería con diseño específico, mientras que su versión ampliada N Line Style añade tecnología Matrix LED en los faros delanteros o sistemas de visión periférica de 360 grados. Además de por abundantes sistemas y asistentes de seguridad disponibles de serie o en opción, sigue destacando el correcto funcionamiento de todos ellos.

Próximamente, el Hyundai Tucson podrá disponer de un sistema de llave digital que permitirá acceder y arrancar el vehículo mediante el teléfono móvil o un reloj inteligente, previamente vinculado con el vehículo y configurable en hasta tres posibles dispositivos distintos.

Ha liderado el mercado e innumerables ocasiones y en la actualidad sigue siendo un verdadero top ventas, y eso que competencia no le falta, ya que milita en la categoría de más demanda y con el mayor número de rivales. El Tucson tiene a uno de los principales enemigos en su propio grupo, el Kia Sportage, modelo con el que comparte casi la totalidad de propulsores o características técnicas. Frente a renovados pesos pesados, como el Peugeot 3008, el VW Tiguan o el Ford Kuga, la principal ventaja del Tucson reside en su equilibrado punto de equilibrio por variedad mecánica, equipamiento de serie, relación precio/producto o por ofrecer más variantes mecánicas que todos ellos. Con su híbrido, puede hacer frente al rey de esta tecnología, el Toyota RAV4; ofrece casi tanto confort como un Citroën C5 Aircross, un tacto de conducción casi tan refinado como el Mazda CX-5 o una amplitud también sobresaliente.

Alternativas Hyundai Tucson

• KIA Sportage
• Nissan Qashqai
• Toyota C-HR
• Cupra Formentor
• Dacia Duster