Ford S-Max

Es cierto que Ford está apostando fuertemente por la movilidad sostenible de la mano de modelos como el Mustang Mach-E o el nuevo Puma, que recurre a la hibridación ligera. No obstante, esto no está sucediendo de momento en el sector de los monovolúmenes, donde el S-Max -uno de sus máximos representantes- recurre a una única mecánica gasolina y a tres diésel.

Gasolina

• 1.5 GTDI 165 CV | Manual 5 velocidades

Diésel

• 2.0 TDCI 150 CV | Manual 6 velocidades | Auto. 8 velocidades
• 2.0 TDCI 190 CV | Auto. 8 velocidades | Auto. 8 velocidades 4×4
• 2.0 TDCI 240 CV | Auto. 8 velocidades

En lo que respecta a la única opción gasolina, nos encontramos con un propulsor de cuatro cilindros, 1,5 litros y sobrealimentado por turbo capaz de rendir 165 CV de potencia. Dicha cifra se gestiona única y exclusivamente a través de una caja de cambios manual de cinco relaciones.

En el caso de los diésel, Ford ha optado por ofrecer tres variantes que parten de un mismo motor: un 2.0 turbo capaz de producir 150, 190 y 240 CV. La variante más modesta está disponible tanto con cambio manual como con cambio automático de ocho velocidades. El resto de opciones tan solo cuentan con esta última transmisión, y el modelo de 190 CV podrá equipar un sistema de tracción total.

Pese a que el Ford S-Max no cuenta aún con las innovaciones estéticas y de diseño que sí presentan otros modelos de la gama, nos seguimos encontrando con un habitáculo moderno y actual que no se siente demasiado obsoleto. Una pantalla táctil de 8 pulgadas equipada con el sistema SYNC 3 y un cuadro de mandos digital de 10 pulgadas -en opción- se encargan de dar fe de ello.

Por otra parte, nos encontramos con un vehículo capaz de albergar en su interior hasta siete ocupantes, lo que deriva en unas dimensiones voluminosas. Es por esto que el S-Max declara unas cuotas de 4,79 metros de largo, 1,91 de ancho y 1,65 de alto. A estas cifras debemos sumarle un maletero bastante discreto, de 220 litros, pero su capacidad aumenta hasta unos más generosos 700 litros en configuración de cinco plazas.

Al igual que suede con el resto de la gama de modelos de Ford, el S-Max cuenta con un extenso abanico de acabados para que cada cliente lo configure a su gusto. Trend, Titanium, ST-Line y Vignale son los nombres de los distintos niveles de equipamiento que puede equipar el monovolumen americano, y los cuales se encargan de modificar la estética, el equipamiento de serie y las opciones mecánicas disponibles.

El acabado Trend incluye elementos como llantas de 17 pulgadas, lavado automático del parabrisas con ajuste de sensibilidad variable, luces delanteras y traseras LED, espejos retrovisores ternoeléctricos y plegables, cristales templados, sensores de parking delantero y trasero, arranque sin llave, freno de estacionamiento eléctrico y climatizador bi-zona entre otros.

El acabado Titanium (+2.106 euros) incluye llantas de 17 pulgadas con diseño específico, barras en el techo, faros antiniebla delanteros LED, bandejas en los respaldos de los asientos delanteros, tapicería Titanium, radio con ocho altavoces y espacio de almacenamiento debajo de los asientos.

El acabado ST-Line (+1.943 euros) incorpora llantas de 18 pulgadas, insignia ST-Line, barras en el techo color negro, retrovisores exteriores eléctricos, calefactables, con señal y plegado automático, kit de diseño específico, techo interior deportivo en color negro, asiento conductor térmico con diez posiciones y memoria para el asiento y espejos, asiento pasajero eléctrico con diez posiciones, palanca de cambios de cuero con costuras rojas y pedalier en aluminio.

El acabado Vignale (+10.530 euros) incluye llantas de 18 pulgadas en aluminio, cámara de visión trasera fija, faros dinámicos automáticos, pintura metálica, asientos pasajeros aclimatados, asientos delanteros con calefacción y refrigeración, radio con navegación y ocho altavoces y consola delantera inferior con reposabrazos de cuero fijo y freno de mano entre otros.

Pese a que el segmento de los monovolúmenes está mucho menos concurrido que antes, aún siguen existiendo alternativas al Ford S-Max. No obstante, la buena relación calidad-precio que ofrece el americano hace que sea difícil de superar, puesto que la mayoría de sus rivales superan con creces su precio de partida, un aspecto muy importante.

Alternativas Ford S-Max

• Dacia Jogger
• Hyundai Staria