Dacia Jogger

Es de suponer que con la actualización del Dacia Duster y la incorporación del nuevo motor 1.2 TCE de 130 CV, este propulsor también acabe montándose en la gama Jogger sustituyendo al actual TCE de 110 CV, el único con etiqueta C de la gama, basado en el mismo 1.0 litros de tres cilindros que utilizan las versiones ECO-G de 101 CV. Ese es el motor de entrada en la gama, ventajoso por disponer de distintivo ECO, por poder utilizar indistintamente gasolina o gas GLP consiguiendo con este combustible un coste de uso bastante bajo —anuncia 4,3 kg/100 km—. Si bien, se trata de una versión un tanto limitada para mover con solvencia a un hipotético Jogger cargado con siete plazas.

El motor intermedio es el citado 1.0 TCE de 110 CV, un propulsor cuya principal ventaja es que tiene más bajos y, debido a ello, resulta más agradable de utilizar en ciudad o carreteras en las que hay que adelantar con bastante frecuencia. Va más desahogado porque la marca emplea unos desarrollos de cambio algo más largos, aunque también requiere un uso intensivo del cambio de marchas cuando necesitamos ganar velocidad con cierta agilidad. La marca anuncia un consumo de entre 5,7 a 5,8 l/100 km, según versión y número de asientos.

El motor más solvente es el Hybrid de 140 CV, aunque su precio de partida, desde 25.000 euros en adelante, contrarresta el enfoque original de este coche. Este motor es equivalente en especificaciones al que utiliza el nuevo Dacia Duster: combina con un motor atmosférico de 1.6 litros y 91 CV con otra unidad eléctrica de 49 CV y un segundo motor eléctrico de 20 CV que hace las funciones de generador y permite utilizar una caja de cambios que no necesita embrague. Su principal punto débil es, precisamente, que el salto de marchas resulta algo lento o que, al disponer de 4 relaciones, hay ocasiones en las que la segunda o tercera relación se quedan o bien demasiado cortas, o bien excesivamente largas.

Con este motor, es fácil conseguir que el Jogger gaste poco en cualquier situación, incluso a la hora de viajar por autopista. Es muy suave y agradable en ciudad porque su batería, de 0,85 kWh útiles se recarga por frenada regenerativa con efectividad siendo abundantes los instantes de circulación eléctrica que se puede conseguir al conducir en entornos urbanos.

La carrocería del Dacia Jogger tiene una característica que condiciona la habitabilidad interior para viajar con tres personas a bordo en su segunda fila de asientos: es ligeramente más estrecha que la media, por debajo de 1,8 metros. Sin embargo, es un vehículo asombrosamente bien aprovechado gracias a las formas cúbicas de su exterior. Y lo es, incluso, en su tercera fila de asientos. Dacia no utiliza banquetas escamoteables para la tercera fila o que se puedan sacar fácilmente del coche —pesan sólo 10 kilos cada unidad, pero ocupan mucho volumen—  pero sí es posible plegarlas para no perder demasiado maletero.

Los Dacia Jogger con cinco asientos tienen 607 litros de capacidad y formas que lo hacen muy aprovechable. Los que vienen con tres filas de asientos, tienen 160 litros en configuración de siete plazas y 506 litros con la tercera fila plegada, una capacidad que sigue siendo más que generosa. Además, el Jogger tiene la particularidad de ofrecer un portón de carga bastante amplio una altura de carga no muy separada del suelo.

La tercera fila de asientos cuenta con dos butacas individuales de un tamaño bastante generoso y que en la práctica resultan ser más cómodas que muchos otros SUV de mayor tamaño con asientos que se esconden en el piso. Están muy cerca del suelo y, a su vez, 25 mm más elevadas que la segunda fila, pero el espacio longitudinal es más que suficiente para que puedan viajar en ellas personas de cierta estatura, no sólo niños. Ni la anchura ni la altura presentan dificultad alguna para ello en este caso. Las ventanillas correspondientes a estas plazas disponen de un sistema de apertura de tipo compás, aunque la climatización es lo suficientemente eficaz para mantener bien aclimatado todo el habitáculo, incluyendo estas plazas.

La segunda fila está colocada 55 más elevada que las plazas delanteras, dispone de tres asientos con las mismas dimensiones, está dividida en secciones asimétricas y, además, puede bascular junto con el respaldo para convertir el Jogger en una furgoneta con una capacidad interior de hasta 1.819 litros.

El Dacia Jogger está disponible en tres definiciones: Essential, Expression y Extreme y Extreme Go. Con el primero de ellos Dacia ofrece un precio de partida muy atractivo pero está limitado exclusivamente al motor menos potente. Essential cuenta con elementos como el aire acondicionado, tecnología led en sus faros, luces automáticas o elevalunas eléctricos delanteros, pero carece de pantallas digitales o un equipo multimedia tal cual: requiere descargase una aplicación en el móvil y utilizar éste como sistema de infoentretenimiento. Tampoco puede equipar elementos como ayuda de aparcamiento trasero con cámara de visión traseras, carece de detección de vehículos en ángulo ciego, freno de estacionamiento eléctrico, climatizador, elevalunas eléctricos traseros o consola central con tapa, elementos que son opcionales o equipa de serie el acabado Expression. En este caso, el sistema multimedia utilizado es el Media Display, además dispone de barras modulares en el techo o faros antiniebla. Extreme amplia la dotación de serie con el climatizador automático, tarjeta manos libres, cuadro de instrumentos a color con pantalla de 7 pulgadas o sistema de navegación Media Nav Evolution, mientras que los Extreme Go añaden elementos de seguridad adicionales como el detector de ángulo ciego.

Cuando se habla de coches con la mejor relación entre valor y producto, Kia es también marca de obligada referencia, en este caso, con su Ceed Tourer, un automóvil mejor acabado, que ofrece mejores cualidades dinámicas y una gama de motores incluso más solvente que el Dacia Jogger, incluyendo un híbrido enchufable, aunque su precio es superior: desde 23.600 euros. Peugeot 308 SW o su mellizo el Opel Astra Sports Tourer están en el siguiente grupo de familiares con los precios más competitivos, pero en ambos casos, desde casi 25.000 euros en adelante.