Las matriculaciones de turismos y todoterrenos han dado un respiro al sector y durante el mes de agosto han crecido un 9,1% respecto al mismo mes de 2021. El octavo mes del año ha cortado la mala racha que estaba cosechando el sector y ha registrado un crecimiento hasta llegar hasta las 51.907 unidades.
Pese al buen dato de agosto, las entregas de turismos y todoterrenos nuevos acumulan una bajada en el acumulado del año del 9,4% respecto al mismo periodo de 2021, un ejercicio de por sí muy malo por el comienzo de la crisis de microchips que aún a día de hoy sufre el sector en todo el mundo. En total, en los primeros ocho meses del presente ejercicio se han comercializado 533.042 unidades.
Agosto crece gracias al canal de los alquiladores
Destaca la recuperación durante el mes estival del canal de los alquiladores que ha cosechado un 37%, consiguiendo las 5.244 unidades. Es el canal que más ha sentido la escasez de microchips. Por su parte, el canal de los particulares ha caído un 4,3% con 24.951 unidades. No obstante, se ha mantenido como el canal que más matriculaciones registró en el mes, por delante de empresas (subió un 22,9%), que entregó 21.712 coches.
Tal y como ha asegurado Ganvam, «las ventas a particulares, que son las que marcan la salud del mercado, completan en agosto un trimestre a la baja debido, en buena medida, a que el clima de incertidumbre económico actual no invita a la compra. De hecho, esta debilidad de la demanda se evidencia con el hecho de que, en un contexto de falta de oferta derivada de la crisis de suministros, el remanente de vehículos no ha ido a parar al canal de particulares (que es el que se prioriza por ser el que más rentabilidad aporta) sino al de alquiladoras».
Los comerciales ligeros también han crecido en un 8,8% con 9.039 unidades. Anfac, ha apuntado que «el mercado de turismos y todoterrenos logra un ligero aumento en el mes de agosto. Pero este dato puede resultar engañoso puesto que en relación con 2019, en un contexto prepandémico, las ventas caen por encima del 30% y en el acumulado la contracción del mercado respecto a aquel año es del 40%. El sector continúa acusando la crisis de los microchips agravada por el complicado escenario geopolítico internacional que genera incertidumbre en la situación económica con una inflación elevada y el precio del dinero al alza».
Faconauto también ha manifestado que «la crisis que está viviendo la automoción en nuestro país no tiene precedentes y sus consecuencias para el empleo y la competitividad son impredecibles, por eso no se entiende la inacción y la poca disposición del Gobierno a reunirse con el sector».