Seguro que alguna vez te has preguntado qué es el sistema AdBlue, pues bien, vamos a sacarte de dudas. Cada vez son más los modelos que equipan este sistema. Antes de entrar en profundidad es importante destacar que el sistema AdBlue nació con el objetivo de hacer cumplir la normativa anticontaminación Euro 6.
Son muchos los fabricantes de automóviles que han combinado el sistema AdBlue con elementos como catalizadores, sistemas Start & Stop, aditivos y filtros antipartículas. Es importante destacar que la tecnología del AdBlue permite reducir el óxido de nitrógeno, NOx, en hasta un 90% y las partículas en un 99,9%. Así mismo, mejora y reduce el consumo de combustible y mejora las emisiones de CO2.
Todo lo que debes saber del AdBlue
Vamos a repasar los elementos contaminantes que se producen tras la combustión en los coches diésel modernos. En un primer lugar, el catalizador ‘mata’ a los hidrocarburos no quemados y al monóxido de carbono que se convierte en agua y dióxido de carbono. En el segundo paso, el SCR se transforma gracias a una mezcla de urea y agua denominada AdBlue. El último paso consiste en el que el filtro de partículas elimina todas las partículas posibles.
El AdBlue es un líquido muy puro que está compuesto de agua desmineralizada, amoníaco y un 32,5% de urea. Cabe destacar que AdBlue es un nombre comercial y este líquido también se puede conocer como Ecoblue, DEF, ARLA 32 e incluso AUS 32. No es un líquido peligroso pero es un producto corrosivo y puede acabar con materiales que no hayan pasado la ISO 22241.
El AdBlue se añade en los motores diésel con sistema Selective Catalytic Reduction, SCR. El líquido entra en el catalizador del sistema SCR y empieza una reacción química que convierte los óxidos de nitrógeno en nitrógeno y vapor de agua. Cuando el AdBlue se está agotando, el ordenador de abordo manda un aviso al conductor. Si el conductor no añade este líquido, el coche se puede parar y no volver a arrancar. Para volverlo a arrancar, el coche tendrá que pasar por el taller para que le borre el fallo.
Los coches suelen registrar un consumo de AdBlue cercano a 1 litro cada 1.000 kilómetros. Estas cifras aumentan según el tipo de carrocería que tenga el modelo; si es un SUV puede aumentar hasta los 3 litros cada 1.000 kilómetros. Si por cualquier motivo te equivocas al repostar y añades AdBlue al depósito del diésel, no lo arranques, ya que podrían producirse averías muy graves. Lo mismo sucede si entra diésel en el depósito de AdBlue. Lo ideal es vaciar al depósito y volver a repostar.