Iniciar el proceso de compra de un automóvil implica dar respuesta a ciertas cuestiones previas antes de decantarse por la compra de un determinado modelo. Desde concretar el tipo de vehículo que se necesita o se quiere hasta identificar el combustible o fuente de energía que mejor se adapte a las características del uso y del usuario pero, también, establecer el presupuesto disponible, las opciones de adquisición barajadas o las posibles ofertas y promociones habidas que repercutan en el precio final algo en lo que también influye evaluar entre adquirir un automóvil totalmente nuevo, comprar un coche de km 0 u optar por uno con cierta antigüedad, de ocasión, o, directamente, de segunda mano.
Respecto de los que nos atañen, son aquellos que se definen como coche de km 0 a aquellas unidades ya matriculadas, normalmente, con menos de hasta un centenar de kilómetros en el marcador de su cuentakilómetros, pero que ya han sido registradas por los propios concesionarios previamente y que, posteriormente, se transfiere y se adjudica la propiedad de los mismos a sus nuevos usuarios.
Estos automóviles suelen ser unidades que deben ser asumidas por los distribuidores, por motivos variados, desde acuerdos con la marca hasta el cumplimiento de los objetivos al cierre anual con balances positivos pero no deben confundirse con los coches de gerencia, puesto que esos vehículos han sido unidades matriculadas igualmente por el concesionario pero para ser utilizado por los trabajadores del mismo como vehículo de empresa.
Sea como fuere, a tenor de lo expuesto, los coches de km 0 son unidades que pueden considerarse, de manera práctica, como coches nuevos y cuyo uso ha sido, o bien nulo, o bien excepcionalmente limitado a trayectos muy concretos como pueda ser el traslado de un concesionario a otro.
Esta condición supone, de una parte, que el interesado encuentre un coche que se vende de igual manera en un establecimiento con un mismo modelo sin matricular y, en paralelo, con otro ya matriculado pero que reciba un descuento del propio distribuidor por tratarse de un vehículo ya inscrito en el registro de la Jefatura Provincial de Tráfico, antes de cambiar la titularidad del mismo por segunda vez, y, de otra, estrenar un coche frente al que carece de la identificación y adscripción.
Este hecho puede también repercutir, posteriormente a la compra, si se plantea la reventa del coche de km 0 ya que constará con un registro previo a cargo del concesionario, lo cual puede suponer la depreciación del valor residual del automóvil.
Cabe señalar que, los coches de km 0 han de contar con la misma garantía que si fuera de nueva matriculación, contando el inicio del amparo desde la fecha de la primera matriculación lo cual reduce el margen temporal para el segundo registro hasta el plazo de la finalización de la garantía oficial.
Cuándo merece la pena comprar un coche km 0
A tenor de lo expuesto, cabe reflexionar si merece la pena o cuánto o cuándo interesa valorar la compra de un coche totalmente nuevo a uno que es prácticamente nuevo, el km 0, y que solo el formalismo legal ha podido hacer diferenciarse entre el primero y el segundo.
Para dilucidar entre la compra de un coche de km 0 y de uno que sea de nueva matriculación cabe valorar la diferencia entre el precio final de uno y otro, es decir, si compensa el descuento aplicado en el coche con descuento o asumir un mayor importe en el que ha de registrarse en Tráfico.
Como indicamos, a veces, estos vehículos de ocasión reciben descuentos muy escuetos que no compensan su adquisición si es posible que vuelva a ser puesto a la venta en un tiempo breve.
Por otra parte, si lo que prima es el presupuesto, puede ser bien recibido un descuento, por pequeño que sea, si al cliente le supone un alivio la compra de un coche de km 0 en detrimento de uno que se halle por matricular.