La fiebre por los vehículos de corte aventurero y montaraz a veces pone en la disyuntiva de los interesados por este tipo de automóviles en boga a elegir entre modelos de dos tipos de vehículos que, aunque conceptualmente puedan presentar similitudes, bien pueden ser también diferenciados por eso es interesante abordar cuáles son, en esencia, las diferencias entre crossover y SUV de una manera sencilla y amplia que permita dilucidar qué tipo de todocamino tenemos delante de nuestros ojos.
¿Un SUV es un todoterreno?
En la última década, la expansión de la moda SUV ha sido más una explosión que un ejemplo de crecimiento progresivo. Pero esta tendencia tiene un origen que se inició hace ya más de 20 años cuando, a la par que la difusión, que entonces parecía irremediable, de los monovolúmenes que se posicionaban como la alternativa a las berlinas tradicionales.
Modelos como el Hyundai Tucson, desde 2004, anteriormente el Kia Sportage, en su primera generación a mitad de los años 90 del pasado siglo, pero, si hay un ejemplo que mejor ilustra el devenir de la corriente SUV es el Toyota RAV4 que, desde su nacimiento como hermano pequeño del Toyota Land Cruiser a su ubicación actual como todocamino que se sitúa por debajo del crossover Toyota C-HR, ya ofrecían vehículos con capacidades off-road aceptables pero destinados a un uso principalmente urbano, automóviles que permitían hacer escapadas fuera del asfalto con mucha dignidad pero que sus bondades se mostraran sobre el asfalto fueron sentaron las bases de lo que hoy entendemos como SUV o todocaminos.
Estos vehículos recogen la esencia y se inspiran, directamente, en los todoterrenos clásicos, estos son, vehículos de uso militares o de rescate o para la aventura, o bajo condiciones de suelos agrestes, específicamente concebidos para su uso fuera del asfalto, de tracción total, caja de cambios con reductora, arquitectura basada un chasis de largueros y con travesaños, con ángulos de ataque, salida y ventral, junto con una capacidad de vadeo de aguas que no solo permitan abordar sino salir airosos de accidentes del terreno con el impuso de mecánicas de alta capacidad de trabajo en la que la importancia de un par motor portentoso vale más que una gran potencia hacen de los Jeep Wrangler, Mercedes-Benz Clase G, Land Rover Discovery o Defender, Toyota Land Cruiser… y demás herederos de esa naturaleza salvaje y ejemplos actuales de los todoterrenos de entonces y ahora, los que sirvieron de modelo a vehículos amaestrados para un uso netamente urbano y, circunstancialmente, rutero que nada tienen que ver con los 4×4 más aventureros y temerarios.
Por eso, a pesar de que el acrónimo por el que es conocido este tipo de vehículos, SUV, por concepto, sea enfoque al de un grupo de modelos Sport Utility Vehicle, es decir, vehículos utilitarios deportivos, el enfoque de su uso se dirige a personas que, o bien en su día a día, o bien en viajes largos, buscan el espacio interior de una berlina, la alta capacidad de carga o transporte de un monovolumen y la imagen y altura, respecto de la posición de los ocupantes y el suelo, de los todoterreno.
Por ello, entendemos que los SUV son vehículos de aspecto similar a los todoterrenos, originalmente, dimensiones próximas a las grandes berlinas pero menores que los citados 4×4, de aspecto más suavizado y elegante que los vehículos off-road, con un comportamiento más refinado y ajustado a su circulación por asfalto, incluso, por vías urbanas, con consumos de combustible más ajustados y cuya habitabilidad sea exponencialmente mayor que la austeridad de la que, por lo general, hacen gala los todoterreno por entenderse que son vehículos enfocados al uso en condiciones de tierra, barro o nieve en las que poco o nada importe ascender y descender del vehículo manchando desde la alfombra hasta el salpicadero.
Como decíamos, la expansión de los todocamino ha sido gracias a que los precios de estos se han ido equiparando con vehículos de prestaciones similares de corte sedán, habida cuenta de que, tanto en segmentos superiores como inferiores, el abanico de opciones en cuanto a carrocerías SUV hace que, actualmente, tengamos, por longitudes, desde los B-SUV hasta, por definición, F-SUV pero que, en nuestro mercado, solemos clasificar hasta los SUV familiares, algunos de ellos, con capacidad hasta 7 plazas, esto es, desde ejemplos como el Peugeot 2008 hasta el Volkswagen Tiguan Allspace pasando por un sin fin de ejemplos entre estos entre los que no podemos olvidar los nuevos líderes en cuanto a los SUV más deseados, los de altas prestaciones y mayor lujo donde el Porsche Cayenne es el que marca desde 2007 marca el ritmo a los demás.
SUV y crossover ¿es lo mismo?
Si algo tiene que quedar claro en las diferencias entre un crossover y un SUV es que no nos referimos al mismo típo de vehículos pero es cierto que los crossover pudieran ser considerados como todocaminos al igual que los SUV por su aspecto inspirado en los todoterrenos. De hecho, el origen de los crossover es más actual.
Dado que el mercado demandaba lo que la cliente exigía, y es más SUV, apareció una nueva corriente, la de los crossover. Como su nombre indica, se trata de vehículos ‘híbridos’ en cuanto a su naturaleza, independientemente de su mecánica, ya que toman ciertas cualidades propias automóviles compactos y, a la vez, la estética inspirada en los citados todoterrenos.
Respecto de su arquitectura, es habitual, por no decir genera, que los crossovers deriven directamente de las plataformas desde donde, incluso, se ensamblan vehículos urbanos pero que, según los equipos de diseño, estética se acerque a los automóviles ideales para un uso en condiciones de terrenos agreste o rústicos pero, a la vez, resulten con un corte vanguardista y elegante.
Respecto de su motricidad, cuenta con las que se ofrecen en sus versiones equivalentes para los compactos, por eso, de manera generalizada, los crossover suelen contar con motricidad a 2 ruedas, algunos ofrecen variantes de tracción integral y otros, pero por su naturaleza como marca vinculada y extrañamente disociada de la tracción total, ofrecen una motricidad a las 4 ruedas.
Esto es, de manera cronológica lo que sucede con, por ejemplo, el Nissan Juke, uno de los pioneros en cuanto a los primeros crossover de comercialización masiva que, desde la puesta a la venta de su primera generación ha sido el instigador e inspirador de un catálogo de este tipo de automóviles mixtos que ha visto como marcas rivales se sumaban a esta tendencia con propuestas como el Toyota C-HR o el Lexus UX, éste último, uno de los vehículos de tracción total gracias a su sistema de propulsión híbrida que pone al servicio del eje delantero el motor de gasolina y del trasero al eléctrico y, finalmente, al Subaru XV, un modelo que, inspirado, directamente, en la tradición de la marca al uso de la tracción integral, simétrica y permanente, solo ofrece una motricidad como 4×4 aunque sea un automóvil más capaz en asfalto que tierra.
Conclusión
Hemos abordado las diferencias entre crossovers y SUV desde una perspectiva muy global, por ello, podríamos resumir que, mientras los SUV son vehículos que tomaron como ejemplo la apariencia de los todoterrenos, que basaron su motricidad en la mecánica de las berlinas, que sumaron la comodidad y el espacio de éstas y de los monovolúmenes y que, como evolución de estos hacia segmentos orientados a un público más urbanita aún y que tomaron la senda abierta por los todocaminos amparándose en la configuración de vehículos de dimensiones compactas dio lugar a los crossovers.