MINI 3/5 puertas

Dentro de la gama de motorizaciones del MINI Cooper, tenemos un total de cuatro alternativas a elegir. Sin embargo, todas ellas son de gasolina, y es que la filial de BMW decidió tomar la decisión de retirar las mecánicas diésel de la gama del modelo. Sin embargo, este póker de opciones ofrece un rango de potencias lo suficientemente amplio como para satisfacer las necesidades de todos sus compradores.

Gasolina:

• 1.2 T de 102 CV | Manual 4×2 | Auto 4×2
• 1.5 T de 136 CV | Manual 4×2 | Auto 4×2
• 2.0 T de 192 CV | Manual 4×2 | Auto 4×2
• 2.0 T de 231 CV | Manual 4×2 | Auto 4×2

La primera de las opciones que tenemos dentro de la familia de motores de gasolina del MINI es el motor 1.2 T de 102 CV que montan bajo el capó las versiones One. Se trata de un motor de tres cilindros turboalimentado que ofrece un comportamiento muy suave e ideal para el uso en ciudad y puede asociarse a una transmisión manual de seis relaciones o a una automática. A pesar de ello, tiene unas prestaciones suficientes como para desenvolverse con soltura fuera del entorno urbano: 0 a 100 km/h en 10,3 segundos y velocidad máxima de 192 km/h. Además, ofrece unos consumos contenidos, por lo que será sencillo mantener medias de unos 5 l/100 kms.

En caso de que queramos un poco más de potencia, podremos optar por las variantes Cooper, que llevan bajo el capó el motor 1.5 T de 136 CV. En este caso, sigue siendo un tres cilindros turboalimentado e igualmente se puede asociar a una transmisión manual o automática. Sin embargo, se trata de la variante más equilibrada de la gama, ya que ofrece unas prestaciones aptas para todo uso que incluso pueden darnos ciertas alegrías: 0 a 100 km/h en 7,9 segundos y 210 km/h de velocidad máxima. Además, sus consumos no aumentan demasiado respecto al anterior propulsor, y es que puede hacer medias de 6 l/100 kms. Sin embargo, la diferencia de 2.650 euros respecto al anterior puede que nos haga replantearnos si dar el salto –bien es cierto que el equipamiento de serie asociado es mayor, aunque nos detendremos en ello en el apartado de equipamientos-.

En tercer lugar, damos un salto ya al motor 2.0 T de 192 CV, una opción con cuatro cilindros y turbo que va ligado a los Cooper S. Con este, el carácter del pequeño utilitario ya se deportiviza en gran medida, por lo que las prestaciones le permiten competir con los mejores GTI del segmento: 0 a 100 km/h en 6,8 segundos y 235 km/h. La marca sigue dando la opción en este caso de asociarse a una transmisión manual de seis relaciones o a una automática. Se trata de una alternativa muy a tener en cuenta si queremos un coche para pasarlo bien en una carretera de montaña, aunque el aumento de potencia y de cilindrada se notará en los consumos, por lo que será difícil marcar medias inferiores a 8 l/100 kms.

Por último, tenemos la mecánica más prestacional de la familia, el motor 2.0 T de 231 CV que llevan bajo el capó las versiones John Cooper Works. En este caso, ya tendremos un auténtico deportivo, y es que sus prestaciones ya son palabras mayores: 0 a 100 km/h en 6,3 segundos y una velocidad máxima de 246 km/h. Además, el fabricante sigue haciendo realidad los deseos de los más puristas incluso con esta alternativa, por lo que podremos elegir entre una transmisión manual de seis relaciones o una automática deportiva. En este caso, los consumos se dispararán hasta cifras cercanas a los 9 l/100 kms, aunque las sensaciones que ofrece este bloque compensarán esta parte negativa.

Como anteriormente hemos comentado, el MINI Cooper ofrece tres versiones de carrocería, por lo que tendremos tres medidas distintas:

En caso de escoger la variante de tres puertas, ofrecerá 3,82 metros de longitud, 1,41 metros de altura y 1,72 metros de anchura. Por otro lado, cuenta con una batalla de 2,49 metros y, a pesar de su configuración de tres puertas, el espacio en las plazas traseras es correcto para que dos adultos de talla media viajen lo suficientemente cómodos. Sin embargo, es cierto que el acceso a la parte trasera no es demasiado cómodo, por lo que exige cierta flexibilidad.

En caso de que elijamos la variante Cabrio, las dimensiones serán exactamente las mismas que en el modelo de tres puertas. Sin embargo, el espacio en las plazas traseras se reduce considerablemente, por lo que el espacio para las piernas hace que sólo sean utilizables por adultos para situaciones muy esporádicas.

Si optamos por la configuración de carrocería de cinco puertas, las dimensiones aumentan a 4,00 metros de longitud, 1,42 metros de altura y 1,72 metros de anchura. Además, la batalla se sobredimensiona hasta llegar a los 2,56 metros. En este caso, la fila trasera de asientos sí que está homologada para tres pasajeros, aunque la anchura disponible y la forma de la banqueta hace que sólo sea recomendable para trayectos cortos. Además, su acceso tampoco es demasiado cómodo, puesto que las puertas no dejan demasiado espacio para entrar cómodamente.

En lo que sí destaca el MINI Cooper es en la calidad de materiales utilizados en su interior, puesto que encontramos un plástico de tacto mullido agradable en la parte alta del salpicadero y las puertas y plásticos duros en la parte baja del habitáculo con una buena apariencia. Además, todo el habitáculo está bien rematado, por lo que en este sentido está por encima del resto de competidores del segmento.

Las tres versiones ofrecen unas medidas de maletero distintas: el tres puertas ofrece 211 litros, el cabrio 215 litros y el cinco puertas aumenta el espacio a 278 litros. Sin embargo, en los tres casos el espacio de carga es mucho menor que el que ofrecen la mayoría de rivales del segmento, por lo que pierde por mucho respecto a otros rivales como el Opel Corsa (309 litros), el Seat Ibiza (355 litros) o el Renault Clio (366 litros).

Dentro de la gama de niveles de equipamiento del MINI Cooper, podremos optar entre cuatro alternativas –todas ellas asociadas a una motorización específica-: One, Cooper, Cooper S y John Cooper Works.

Por lo tanto, la versión de acceso a la gama del MINI será la versión One asociada al propulsor 1.2 T de 102 CV. En este caso, el equipamiento de serie será suficiente aunque no abundante: sistema mulimedia con entrada auxiliar y USB y conexión Bluetooth, aire acondicionado, control de crucero, limitador de velocidad, arranque sin llave, sensor de lluvia, control de arranque en pendiente, luces antiniebla delanteras o llantas de aleación en 15 pulgadas. Por supuesto, la lista de elementos opcionales es prácticamente interminable.

La siguiente alternativa será el Cooper, esta vez con el motor 1.5 T de 136 CV bajo su capó y que supondrá un sobrecoste respecto al anterior de 2.650 euros. En este caso, al equipamiento del anterior acabado añadiremos molduras en aluminio en el interior, climatizador bizona, acabados cromados en el exterior, control de frenada en curva, faros Led o llantas de 17 pulgadas.

En caso de que queramos una mayor deportividad en todos los aspectos, tendremos la variante Cooper S con el motor 2.0 T de 192 CV que ya implica un importante salto de precio de 6.500 euros. En este caso, tendremos molduras interiores en negro piano, dirección asistida con función de endurecimiento progresivo y kit de carrocería específico.

Por último, si queremos optar por el tope de gama, tendremos la variante John Cooper Works con el motor 2.0 T de 231 CV bajo el capo por un precio de 5.550 euros más. Aquí, añadiremos al equipamiento del anterior una tapicería específica, asientos deportivos, sistema de infoentretenimiento con pantalla táctil de 6,5 pulgadas compatible con Android Auto y Apple Car Play o llantas específicas de 17 pulgadas.

El MINI Cooper es uno de los modelos más recientes pero a la vez más antiguos de la categoría, puesto que ha tenido dos épocas bien diferenciadas. Sin embargo, llegó con fuerza para convertirse en uno de las opciones más premium más valoradas por los usuarios, logrando ganarse un espacio en el corazón de todos.

Alternativas MINI MINI

• Dacia Sandero
• SEAT Ibiza
• Renault Clio
• Citroën C3
• Opel Corsa